Tema:
- Día Mundial contra la Lepra
- Datos epidemiológicos
- ¿Qué es la lepra?
- Fisiopatología
- Formas clínicas
- Discapacidades de la lepra
- Diagnóstico de la lepra
- Tratamiento de la lepra
- Prevención y tratamiento de las discapacidades de la lepra
- Prevención de la lepra
- Estudio de contactos
- Promoción a la Salud
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Hace miles de años, el mundo comenzó la batalla contra una de las enfermedades con más estigma y discriminación que ha causado en la historia de la humanidad: la lepra.
Fue hasta 1873 en Noruega, cuando Gerhard Henrick Armauer Hansen descubrió el bacilo de M. leprae en biopsias de pescadores en Bergen.
Es aquí donde comienza la historia de estudio y avances para el diagnóstico y tratamiento de la lepra, donde en 1982 se aconseja por primera vez el uso de la poliquimioterapia, adoptada en México en 1990, garantizando la curación, reduciendo la infección y sobretodo la discapacidad en nuestro país.
La poliquimioterapia fue la estrategia básica para la eliminación de la lepra como problema de salud pública, lo que modificó la situación epidemiológica de este padecimiento, logrando que en 1994, México cumpliera la meta establecida por la Organización Mundial de la Salud, de tener menos de un caso por 10 mil habitantes.
Sin embargo, en la actualidad prevalecen importantes brechas, diversas situaciones que contribuyen a la presencia de discriminación, lo que tiene evidentemente un impacto negativo para un diagnóstico y tratamiento oportuno.
La gravedad de la afección está dada por el problema físico y el estigma social.
El lema: “Actúa hoy por un México sin lepra… ¡Sí podemos!” es un llamado para que nuestras comunidades acepten el liderazgo y potencial que se tiene, impactando directamente en la lucha social contra el estigma y la discriminación, teniendo como resultado un diagnóstico y tratamiento oportunos.
A medida que en cada entidad federativa se alcance la meta de eliminación, las acciones de la estrategia continuarán, con el fin de consolidarlas y evitar en lo posible un incremento del problema de salud pública que constituye la lepra.
Debido a lo anterior, se replantea la meta orientada a focalizar y establecer, de acuerdo con su situación epidemiológica, la prioridad por regiones para realizar acciones específicas.
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Día Mundial contra la Lepra
El 31 de enero de 1954 se celebró por primera vez el Día Mundial contra la Lepra, cuando el periodista y filántropo Raoul Follereau visitó una leprosería en Costa de Marfil y observó las condiciones deplorables de muchas personas que padecían esta enfermedad, iniciando actividades con una jornada para la movilización universal de espíritus y corazones a favor de los enfermos de lepra y alejar la imagen negativa que se tenía de los afectados. Desde entonces se propuso organizar acciones en el marco del último domingo de enero, simbólicamente el "Día Mundial contra la Lepra", tras la epifanía en la que, según el evangelio, se relata la cura de leprosos por Jesús. En México se celebra desde 1992.
El Día Mundial contra la Lepra representa una gran oportunidad de dar a conocer a las autoridades de salud, personal aplicativo y población en general que la lepra aún existe en México, que es muy poco contagiosa y efectivamente curable; que en las unidades de salud existen profesionales expertos en diagnosticarla y curarla, y que todos los servicios son completamente gratuitos.
Datos epidemiológicos
- En 2020 se detectaron 127 mil 558 nuevos casos de lepra a nivel mundial, entre ellos 8 mil 629 de niños menores de 15 años, según cifras oficiales provenientes de 139 países de las seis regiones de la OMS. La tasa de detección de nuevos casos entre la población infantil fue de 4,4 por millón de niños.
- Entre los nuevos casos, 7 mil 198 presentaban discapacidades de grado 2 y la tasa correspondiente fue de 0,9 por millón de habitantes.
- A finales del año 2020, la prevalencia era de 129 mil 389 casos en tratamiento y la correspondiente tasa de prevalencia, de 16,7 por millón de habitantes.
- La pandemia de COVID-19 ha interrumpido la ejecución del programa y provocado una reducción de la detección de nuevos casos del 37%, en comparación con 2019.
- En México, en el año 2022, se diagnosticaron 132 nuevos casos, de los cuales únicamente 3 fueron menores de 15 años.
En el estado de Puebla, desde el año 2015 se han diagnosticado 16 casos de este padecimiento. Actualmente, sólo uno de ellos se encuentra en tratamiento y con mejoría clínica, dos defunciones por otras causas, 12 casos se han curado y se encuentran en vigilancia postratamiento, y uno que no aceptó tratamiento.
Además, a los contactos de los pacientes se les otorga un estricto seguimiento semestral, con la finalidad de identificar de forma oportuna los casos de este padecimiento.
¿Qué es la lepra?
La lepra es una enfermedad contagiosa y crónica, causada por una bacteria que afecta principalmente la piel, los nervios, la mucosa de la boca, nariz y oídos, y también los ojos, además de algunas otras partes del cuerpo.
Las partes afectadas pierden la capacidad de reaccionar ante las agresiones del medio (picaduras, machucones, quemaduras, cortadas), ya que están adormecidas o entumidas.
Con el tiempo aparecen otras lesiones en forma de bolitas (nódulos) preferentemente en cara y tronco. Éstas se pueden ulcerar y propagar el microbio.
Fisiopatología
La lepra se contagia directamente de individuo a individuo, por medio de microgotas de secreción al toser, estornudar, hablar o escupir; se adquiere por la convivencia por mucho tiempo con una persona enferma sin tratamiento y por el contacto con piel infectada.
Por ello, es importante que la vigilancia epidemiológica sea estrecha y la revisión dermatológica se realice cada seis meses, para identificar de manera oportuna los casos nuevos, antes de que desarrollen discapacidad y se conviertan en una fuente más de contagio.
Formas clínicas
Forma inicial del padecimiento:
Cuadro clínico discreto que consiste en manchas blancas (hipopigmentadas), sensación de dolor en la piel o desensibilidad, pérdida de pelo y anormalidades en la piel; los límites de las manchas están mal definidos.
Lepra tuberculoide:
Produce grandes manchas definidas por un borde elevado de color rojo o cobrizo, de sensibilidad excesiva y dolorosa que más tarde llegan a ser insensibles.
Lepra dimorfa:
Placas en el nacimiento de cabello o vello y de color rojas, cobrizas, con borde externo mal definido.
Lepra lepromatosa:
Nódulos, placas infiltradas en el nacimiento de cabello o vello que causan lesiones foliculares.
Para fines de control sanitario, los casos se clasifican en:
Multibacilares (MB), los lepromatosos, dimorfos y con infiltración difusa.
Paucibacilares (PB), los tuberculoides e Indeterminados.
Discapacidades en lepra
Evaluación de discapacidades desde la primera entrevista y periódicamente durante el tratamiento.
Se debe establecer, en cada enfermo, el grado de discapacidad por órganos y regiones susceptibles, afectadas en su función como consecuencia de la enfermedad, para adecuar las medidas de prevención y tratamiento.
Se califican por grados de acuerdo a los siguientes criterios:
a) Grado 0: no se ha perdido sensibilidad, ni deformidad o lesión visible, ni pérdida visual.
b) Grado 1: hay sensibilidad sin deformidad, ni lesión visible; ojos afectados, la visión no está gravemente afectada.
c) Grado 2: Hay deformidad o lesión visible, o grave déficit visual (lesiones oculares específicas).
Diagnóstico:
El diagnóstico de Lepra se establece con los criterios:
Clínico:
Se sospecha de la presencia de lepra ante al menos una de las siguientes manifestaciones:
- Lesiones dermatológicas únicas o múltiples como: manchas hipopigmentadas (blancas), rojiza o cobrizas; nódulos, placas infiltradas o infiltración difusa.
- Lesiones neurológicas como: Engrosamiento del tronco nervioso periférico, alteraciones de la sensibilidad (hiperestesia “sensibilidad excesiva y dolorosa”, hipoestesia “falta de sensibilidad por debajo de lo normal” o anestesia “desensibilidad”), alteraciones motoras (pérdida de la fuerza o parálisis).
Bacteriológico: Baciloscopia positiva con resultado completo (índice morfológico e índice bacteriológico); o si fuera negativa y existen signos, considerar la evidencia epidemiológica.
Epidemiológico: Antecedente de vivir o haber vivido con alguien con lepra o en un área endémica.
Histopatológico: Resultado histopatológico compatible con lepra.
Objetivos del diagnóstico:
- Identificar con oportunidad los casos nuevos de lepra que ocurren en la población.
- Identificar manchas hipopigmentadas (manchas blancas) y trastorno de la sensibilidad en casos incipientes.
- Identificar manchas eritematosas (ulceradas), placas, nódulos e infiltrados con o sin trastorno de la sensibilidad.
El diagnóstico debe ser establecido con absoluta certeza, a fin de evitar un diagnóstico incorrecto que ocasione trauma psicológico y prejuicio social a las y los pacientes.
El diagnóstico de lepra debe establecerse sólo cuando existen evidencias absolutas analizadas por el personal capacitado.
Tratamiento de la lepra
La poliquimioterapia (PQT) es la principal estrategia para lograr la reducción de la prevalencia a menos de un caso por cada 10 mil habitantes, indicador que ha establecido la OMS para considerar la eliminación de la lepra como problema de salud pública.
En el tratamiento de la lepra se utilizan antibióticos diferentes para destruir las bacterias que la causan. En casos más avanzados, se da atención quirúrgica a las extremidades para evitar deformidades.
Estos tratamientos por lo general se prolongan por años, debido a que al suprimirlo es posible que se presente un recrudecimiento, por lo que un diagnóstico temprano de la enfermedad es importante, ya que el tratamiento oportuno limita el daño, evita que la persona propague la enfermedad y le permite llevar un estilo de vida normal.
Objetivos del tratamiento:
- Curar a las fuentes de infección para cortar la cadena de transmisión.
- Asegurar que la o el enfermo se adhiera a su esquema de tratamiento con poliquimioterapia (PQT) y logre la curación con el mínimo de complicaciones.
- Diagnosticar oportunamente y atender en forma adecuada los estados reacciónales que presenten las y los enfermos.
- Desarrollar actividades dirigidas a limitar el daño neurológico para que el enfermo recupere funciones perdidas por causa de la lepra.
Prevención y tratamiento de las discapacidades de la lepra
Se debe iniciar tan pronto como se establezca el diagnóstico de lepra, con el fin de evitar o disminuir el desarrollo de problemas físicos, psíquicos y socioeconómicos.
DIAGNÓSTICO OPORTUNO Y TRATAMIENTO CORRECTO
Realización de las actividades para disminuir el efecto en las funciones, debidas a la alteración neurológica y para restituir o mejorar las funciones en la enferma o enfermo, o el ex enfermo de lepra.
Capacitación del personal de salud y del administrativo.
Prevención de problemas psicológicos con el trato que se da a la o el enfermo por parte del personal de la unidad de salud.
Prevención de la lepra
Las actividades a desarrollar son:
Identificar de manera oportuna los casos sospechosos, diagnosticarlos e iniciar tratamiento en las etapas tempranas de la enfermedad (cuando aún no son infecciosos), ya que los pacientes que han sido tratados con medicamentos se vuelven no infecciosos (no transmiten el microorganismo que causa la enfermedad).
Actividades de promoción de la salud
Educación para la salud
Desarrollar acciones que promuevan actitudes y aptitudes que mejoren la salud individual, familiar y colectiva.
Educar a la población para que identifique manifestaciones iniciales de lepra y acuda en búsqueda de atención oportuna.
Informar de los cuidados que debe tener la o el enfermo con su piel, ojos, manos y pies para disminuir el daño neural, deformidades y discapacidad.
Educar al paciente sobre la importancia de seguir su tratamiento, de acuerdo a lo establecido en la norma.
Educar al paciente y los contactos sobre la importancia de la atención para la mejoría de las condiciones de salud de la enferma o enfermo y detectar casos tempranos.
Participación social
Promover la participación de las autoridades locales, los gobiernos municipales, estatales y federal para apoyar las acciones de prevención, control y seguimiento de casos.
Promover la participación de asociaciones, comités de salud, juntas de vecinos o asambleas comunitarias para mejorar las condiciones ambientales
que tienen que ver en el mejoramiento de la salud y calidad de vida.
Promover la concertación y coordinación de agrupaciones de profesionales de los distintos campos para que participen, proporcionando información pertinente y verídica a la población en general.
Gestionar apoyos diversos de organizaciones públicas y privadas para que participen en la rehabilitación de la o el enfermo de lepra con discapacidades.
Comunicación educativa
Desarrollar estrategias que incorporen acciones de comunicación masiva, grupal e interpersonal que permitan eliminar el prejuicio que la población tiene sobre el padecimiento.
Los comunicadores asuman el compromiso de informar a la población sobre la identificación y tratamiento oportuno de la lepra.
Estudio de contactos
Contactos de lepra son las personas que conviven o han convivido con un enfermo de lepra durante muchos años. Son los individuos más expuestos al riesgo de adquirir la infección. La convivencia estrecha de un contacto, aunado a sus características hereditarias, tiene mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad.
Es importante destacar a aquellos que han convivido con un caso multibacilar, puesto que éstos expulsan al ambiente gran cantidad de bacilos viables.
Entre las formas de lepra, existen algunas en las que no se puede demostrar la presencia de bacilos; los convivientes de estos enfermos deben ser vigilados de igual forma, ya que pueden haber estado en contacto con una fuente de infección común.
Todo contacto de lepra debe ser examinado con metodología dermatológica, como parte del estudio epidemiológico del caso.
El enfermo participará haciéndose acompañar por uno o varios de sus contactos para su examen cuando acudan mensualmente a recibir los medicamentos en la unidad de salud.
Los contactos de lepra deben ser examinados cada seis meses o por lo menos una vez al año durante un periodo de cinco años a partir de la fecha del diagnóstico del caso.
Promoción a la Salud
La promoción de la salud juega un papel fundamental en la lucha contra la lepra en Puebla, ya que se centra en la prevención y concientización de la comunidad.
A través de campañas educativas, detección temprana y acceso a servicios médicos, se puede reducir la propagación de la lepra y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Además, al promover hábitos higiénicos y el conocimiento sobre la enfermedad, se combate el estigma asociado, fomentando la inclusión social y construyendo una sociedad más informada y solidaria en la erradicación de esta enfermedad en la región poblana.