La aparición de los trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia), van desde los 12 hasta los 25 años y la frecuencia aumenta entre los 12 y los 18 años. |
El término “trastorno de la conducta alimentaria” tiene una característica que reside en no recibir la ingesta calórica necesaria para un funcionamiento adecuado respecto de su edad, peso y talla, así como ritmo de vida. Estos problemas de salud, son graves y ponen en riesgo la vida de los jóvenes.
Sin importar como los ven los otros, los adolescentes rara vez están cómodos con su aspecto físico y su imagen, las adolescentes ven la ganancia de peso y forma corporal en desarrollo, con desagrado y los adolescentes varones conceptualizan un ideal físico masculino diferente y que con frecuencia no coincide con el suyo.
La bulimia y la anorexia son trastornos de la conducta alimentaria que se asocian a factores culturales, psicológicos, emocionales y económicos. La bulimia se manifiesta por cuadros de ansiedad relacionados por la preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico. Se caracteriza por episodios de ingesta excesiva seguidos de provocación de vómito, uso de laxantes, dietas exageradas y/o abuso de ejercicio físico. El peso corporal se encuentra -en un nivel mucho menor a lo esperado.
La anorexia, se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por una imagen distorsionada del propio cuerpo. Conduce a un adelgazamiento grave. Produce alteraciones en los ciclos hormonales, inmunodepresión con aumento de riesgo a infecciones. Así como depresión, irritabilidad y ansiedad.
La detección precoz y la prevención son piezas clave para evitar que estos trastornos progresen. A los adolescentes que presenten descontento con su imagen corporal y deseo intenso de perder peso, se les debe brindar información sobre los constantes cambios físicos y psicológicos por los que están atravesando, para prevenir estos trastornos.
Ya detectado un problema de anorexia o bulimia es básico el tratamiento e intervención por un especialista.